La nuestra es la historia de una empresa familiar que se inició motivada por la pasión de Inés, quien desde bien joven trabajó diseñando miles de modelos y piezas para las colecciones de muñecas en la empresa de sus padres, creada en los años 50. La creatividad que desarrolló en aquella época la llevó a imaginar su propio sueño y a poner en marcha, junto con su marido Vicente, el germen de lo que ahora es Valdés Pastor. Empezaron con una colección propia de comunión, que cada año se renovaba con nuevos y exclusivos modelos, diseñados y confeccionados en Beneixama, y la completaron con conjuntos de acristianar, arras y alta moda infantil, consiguiendo ser un referente en el sector en toda la provincia y en toda la región. La evolución natural del trabajo en el taller llevó a la familia y a las modistas de su equipo a la confección de vestidos de novia, con la motivación de poder ofrecer creaciones únicas a precio asequible, de forma personalizada y exclusiva, además de conseguir la distribución de algunas de las marcas más importantes del sector de la novia en nuestro país, como Aire, La Sposa, Novia d´Art o Raimon Bundó entre otras. La segunda generación de la familia se incorporó a la empresa apostando fuerte por la novia, la comunión, la madrina y las festeras, a quienes siguen ofreciendo una abanico inmenso de posibilidades para vestir en alguno de los eventos más importantes de su vida.

No en vano, muchas de aquellas niñas que eligieron un vestido Valdés Pastor en su comunión volvieron a visitar nuestro taller para vestir el día de su boda, e incluso hemos recogido el encargo del vestido o traje de comunión de sus propios niños y niñas. Su confianza es la que nos hace amar nuestro trabajo, y el motor que nos mueve, desde hace más de treinta años, por seguir innovando, desde la creencia de que la más cuidada confección y la pasión por el detalle son los que marcan la diferencia. A todos ellos, ¡muchas gracias!